Por Silvia Castillo, periodista
5 octubre, 2021

• Competencia lectora es vital para enfrentar revolución tecnológica actual y obtener mejores resultados en ciencias y matemáticas.

• Solo 16% de centros educativos tienen biblioteca y alumnos tampoco tienen libros en sus casas.

Alberto Barrantes tiene cinco años de recorrer el país con su programa de estímulo a la lectura y la escritura, Carretica Cuentera, y se ha topado con muchos niños que nunca han tenido un libro en su casa.

Lo ha visto, por ejemplo, en la Isla de Chira, pero reconoce que no es algo exclusivo de zonas alejadas porque lo mismo le ocurrió en Pitahaya de Puntarenas, a una hora de San José.

“A uno le sorprende que en un país tan pequeñito tengamos todavía esas brechas tan marcadas de acceso a los libros. Tenemos niños también de zonas vulnerables cerca del Valle Central que el libro que lleva Carretica Cuentera se convierte en el primer libro en casa”, contó.

Renata Villers, directora ejecutiva de la Asociación Amigos del Aprendizaje (ADA), quien tiene 21 años de trabajar para transformar la manera en que los niños y niñas aprenden a leer y escribir en el país, también ha sido testigo de esas carencias. “Estamos tratando de enseñar lectura sin libros, y no importa si son libros digitales. No se aprende computación sin computadoras, tampoco se aprende a leer sin tener textos”.

Para Alberto y Renata, los resultados del Octavo informe del Estado de la Educación reflejan lo que ellos y sus equipos de trabajo experimentan y la principal razón por la que trabajan diariamente sus organizaciones. (véase entrevistas de Alberto y Renata).

La investigación realizada por el Estado de la Nación y presentada el pasado 1 de setiembre, confirma lo que ya otros informes anteriores habían venido revelando: el mito de que Costa Rica es un ejemplo en educación a nivel latinoamericano solamente porque tiene un porcentaje de alfabetización (octavo informe) del 97,86%, cuando el 74% de sus estudiantes finaliza la primaria sin destrezas básicas de lectura.

Los datos obviamente no mejoran en secundaria donde el 74% se ubicó en los dos niveles de desempeño más bajos de las seis escalas posibles de las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Aún más preocupante es que esos porcentajes no han mejorado desde el 2008.

Algunos podrían preguntar qué importancia tiene saber leer cuando la alfabetización digital y la tecnología son hoy lo más importante, pero resulta que en realidad es lo contrario.

Según la OCDE, esta competencia lectora es una de las ocho competencias claves con las que deben contar las personas para interactuar de forma exitosa y activa en la sociedad, y ha sido destacada como básica y prioritaria por varias instituciones nacionales e internacionales.

El objetivo de las pruebas PISA es evaluar la formación de los alumnos cuando llegan al final de la etapa de enseñanza obligatoria, hacia los 15 años. La evaluación cubre las áreas de lectura, matemáticas y competencia científica.

Según se detalla en el tercer capítulo del Octavo informe del Estado de la Educación, la competencia en lectura se define como “la capacidad de leer, comprender textos individuales y aplicar estrategias complejas de procesamiento de información (análisis, síntesis, integración e interpretación de información relevante) de diferentes tipos y formatos de textos”.

La lectura, agrega el documento, puede facilitar el progreso escolar, el desarrollo del conocimiento y el potencial personal de los estudiantes; pero si no es exitoso será un obstáculo para avanzar en el sistema educativo.

Veamos algunos de los hallazgos del Octavo informe del Estado de la Educación:

  • A todos estos datos hay que agregar que los resultados de los bajos desempeños son de antes de la pandemia y no mejoraron en el 2020 cuando los centros educativos cerraron la modalidad presencial debido a la emergencia sanitaria.
  • La sentencia de los expertos es poco alentadora: si no se mejora la competencia lectora no se formarán ciudadanos capaces de insertarse con éxito en la sociedad del conocimiento.
  • “El auge tecnológico que experimenta la sociedad requiere que los individuos cuenten con competencias superiores a las establecidas por la lectura tradicional”, destaca el informe.

“Estos hallazgos dejan claro que, de no tomarse medidas prontas y oportunas para nivelar los aprendizajes no priorizados, su ausencia o poca presencia pone en riesgo el desarrollo lingüístico de los estudiantes e incrementa la posibilidad de presentar dificultades para el aprendizaje de la lectura y escritura durante el resto de trayectoria educativa”, indica el Estado de la Educación.

Además, el desempeño en matemáticas y ciencia depende de cuan buenos lectores sean los estudiantes. “El desempeño alcanzado en la evaluación de la competencia matemática y científica depende de cuán buenos lectores son los estudiantes. Lo mismo sucede en el desarrollo de la competencia digital de los estudiantes y en especial en su capacidad para manejar de forma crítica la información procedente de internet”, asegura el informe.
¿Quién trabaja sin recursos ni capacitación?

Los investigadores destacan también que, pese a que el docente es el factor principal para lograr mejorar el aprendizaje de sus alumnos, es imposible realizar su trabajo sin apoyarse en “materiales instruccionales y acervos bibliográficos adecuados, así como gestiones de su centro educativo con altos niveles de liderazgo”.

Abogan además para que esos productos didácticos se inserten en una política educativa y en un programa de estudios.

Con respecto a las bibliotecas los expertos explican que, aunque el país ha realizado esfuerzos importantes para contar con más bibliotecas y tecnologías, en la práctica “las limitaciones presupuestarias para la asignación de nuevos códigos de bibliotecas escolares y el déficit histórico de bibliotecas han impedido que los objetivos de las políticas se cumplan según lo esperado”.

Según datos de la Contraloría General de la República, el presupuesto asignado a la Educación en el Proyecto de Presupuesto Nacional 2021, incorporado en el Ministerio de Educación Pública (MEP), alcanzó la suma de ¢2.629.109 millones. Dicha asignación presupuestaria representa el 23% del total del Proyecto de Presupuesto Nacional (¢11.448.570 millones) y el 54% del presupuesto asignado a las instituciones que conforman el Poder Ejecutivo (¢4.869.286 millones) un 4,5% superior al presupuesto ajustado de 2020.

El informe destaca también dos ejemplos de iniciativas realizadas por el Ministerio de Educación para mejorar el acceso de los docentes a recursos en el área de español: el Portal de Español y el Plan virtual de fomento a la lectura. El primero cuenta con gran cantidad de recursos incluyendo texto de lectura y enlace a varias bibliotecas digitales. Por su parte, el plan virtual de fomento a la lectura consiste en una serie de retos literarios que se proponen a niños y jóvenes para realizar en familia.

Sin embargo, se indica que el desarrollo de la competencia lectora estudiantil podría haberse mejorado si el MEP contara con recursos didácticos pertinentes y relevantes al tema para apoyar la tarea docente, pero esa no es la realidad.

Por ejemplo, destaca que actualmente muchas asignaturas no utilizan libros de texto, “deuda pendiente que podría contribuir al aprendizaje en pandemia porque los recursos de apoyo siempre son centrales en educación”.
Además, faltan recursos para la implementación efectiva de numerosas reformas curriculares que se realizaron entre el 2008 y el 2018.

Para los investigadores, mejorar la competencia lectora se lograría en la medida en que se perfeccionen las prácticas de enseñanza de la lengua que hoy emplean los maestros.

“Sí quieren leer, sí quieren escribir”

Alberto Barrantes de Carretica Cuentera ha estado ahí en las aulas y lo ha experimentado durante los últimos años. “La respuesta en estos cinco años ha sido super positiva. (Los niños y niñas) sí quieren leer, sí quieren escribir, pero necesitan los espacios oportunos para que se pueda dar ese intercambio”. (véase entrevista aparte).

Este proyecto educativo literario busca estimular la creatividad, la imaginación, el pensamiento crítico y la resolución de problemas en las aulas de primaria, a partir del uso de cuentos con finales abiertos, para que sean las niñas y los niños quienes brinden soluciones a los diversos temas.

En alianza con organizaciones, entidades estatales, organismos internacionales y la empresa privada, Carretica Cuentera ha impactado la vida de más de 35.000 escolares en zonas urbanas y rurales, con novedosas técnicas para atraer a los niños a una lectura desde un punto de vista lúdico, más creativo.

Este proyecto asiste a las escuelas, pero su objetivo no es solo entretener, sino que dan seguimiento a los docentes, le entregan materiales, para que se sientan acompañados en el proceso.

“Uno se topa miedo en las aulas, miedo a escribir, vergüenza de que para qué voy a escribir, qué importa lo que yo piense y sienta. Entonces romper primero con esa barrera del miedo… hay que resignificar que no es escribir para sacarse un 100 en español o para pasar el año, es escribir para disfrutar, es escribir para sentirse libres, decirles a esas niñas y a esos niños que todas las historias importan y que los seres humanos somos seres de historias que todos tienen algo que contar”, expresó Barrantes.

Renata Villers, de ADA, reconoce su enorme preocupación por los resultados de los últimos Estados de la Educación y las consecuencias de lo que los responsables de este informe denominan “apagón educativo” donde los estudiantes del país tienen cuatro años seguidos en que su educación ha sido afectada primero por huelgas de educadores y luego por la pandemia.

Sin embargo, es positiva. “Esperanza hay, hay buenos docentes en el país y hay ganas, pero hay que fomentarla dando los recursos, dando las oportunidades, y reconociéndoles cuando están produciendo innovaciones que responden a las necesidades actuales”. ADA ha capacitado a más de cuatro mil docentes en línea en el área de comprensión de lectura y escritura creativa. (véase entrevista aparte).

La organización que representa realiza desde el 2012 un concurso anual denominado “Mi cuento fantástico” junto con el MEP, la Universidad Estatal a Distancia (UNED), la Comunidad de Empresas de Comunicación y la Asociación Libros para Todos, y el patrocinio de algunos aliados. En éste han participado más de mil escuelas de todo el país.

Su meta es motivar a los alumnos a escribir y leer. Para participar en el concurso, los docentes organizan un proceso de escritura creativa en el aula, donde todos los estudiantes tienen la oportunidad de crear y compartir sus historias. Luego seleccionan los dos mejores cuentos y los inscriben en el certamen. Este trabajo es voluntario.

Renata narra que la experiencia con los docentes que participan en “Mi cuento fantástico” ha sido de mucho entusiasmo. Los maestros descubren que las estrategias para abordar la comprensión de lectura no son tan difíciles y que cuando les dan oportunidad a sus alumnos de opinar de una forma enfocada, disfrutan mucho más del ejercicio y del tiempo en el aula, que cuando les están pidiendo recitar los personajes, las fechas y las características de un cuento.

“La gran sorpresa con mi cuento fantástico para los docentes es que jamás pensaron que los chicos tenían tanta creatividad, y jamás pensaron que iban a disfrutar del proceso de crear como lo hacen. Cuando aprender estas estrategias no les resulta tan difícil, porque son estrategias muy prácticas”, narró Renata.

Los contenidos publicados expresan la opinión del autor y autora, y no necesariamente la visión de la Fundación Konrad Adenauer.

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