Por Silvia Castillo, periodista
5 octubre, 2021

Renata Villers tiene un MBA de la Columbia Business School y una licenciatura en economía de Harvard, donde se graduó Magna Cum Laude, pero desde la década de los años 90 reside en Costa Rica primero como consultora independiente para organizaciones no gubernamentales y actualmente como directora ejecutiva de la Asociación Amigos del Aprendizaje (ADA).

Pasó de trabajar con organismos internacionales en el área de desarrollo sostenible, a laborar con niños, niñas, docentes y creadores de políticas públicas para transformar la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y escritura.

Fue en su antiguo trabajo, cuando conoció y trató de ayudar a una joven para que no abandonara sus estudios, que se dio cuenta de las dificultades que enfrentan los alumnos costarricenses con la lectura. “Esa fue mi primera pista de que lo que había entendido de los niveles educativos (de Costa Rica) eran un mito, y enfrenté esta realidad de que personas tan íntegras, tan capaces, no llegan a experimentar su potencial, y eso realmente fue un tema que me tocó”.

Renata recuerda que cuando llegó a vivir al país tenía la idea de que niveles educativos eran muy buenos ya que el porcentaje de alfabetización es de un 98%. Sin embargo, luego comprendió que una cosa es saber leer, escribir y firmar, y otra tener una adecuada competencia lectora.

“Eso funcionaba en la sociedad agrícola, pero hoy día, cuando el conocimiento se está duplicando tan rápidamente, cuando nos toca seguir aprendiendo por el resto de la vida, constantemente, el hecho de que firmemos o que podamos leer un par de párrafos, no significa nada, no es relevante”, expresó.

Fue así como hace 20 años fundó la Asociación Amigos del Aprendizaje (ADA) y durante los primeros cuatro años su trabajo consistió en un programa de tutorías: juntaba estudiantes de colegios con buenas destrezas en lectura con alumnos de primaria que tenían dificultades en aprender porque no habían aprendido a leer.

Con el objetivo de que el programa pudiera escalar nacionalmente cambiaron la estrategia y desde entonces el enfoque está en el docente porque es el factor determinante en el aprendizaje. A la fecha han capacitado a más de mil docentes en línea en el área de comprensión de lectura y escritura creativa, y desde hace diez años crearon el concurso Mi cuento fantástico.

El país dedica muchos recursos económicos al sector educación, pero los estudiantes finalizan la primaria sin destrezas básicas de lectura y solo el 16% de las escuelas tienen bibliotecas. ¿Qué está fallando?

Es una contradicción. Lo que entiendo es que en primaria gran parte de los recursos se va en los salarios, entonces eso realmente es problemático porque solo el 16% de las escuelas tienen bibliotecólogos y bibliotecas. Cuando vas a las escuelas unidocentes, que son una proporción muy alta del país u a otras escuelas que no son las más grandes, ves que literalmente los chicos no tienen contacto con libros, lo que tienen a veces es un libro de estudio si este fue donado, pero no libros para leer por placer, y nos preguntamos por qué es que el 90% de los chicos dice que leer es algo que solamente hacen obligatoriamente. Esto salió en el reciente Octavo Informe del Estado de la Educación. El 90% de los chicos sólo lee por obligación, y el 98% de los docentes creen que la única forma de hacerles leer a los chicos también es por obligación. Ahorita estamos en lo que el Estado de la Educación llama el apagón educativo. Se nos está presentando una situación donde tenemos cuatro años seguidos en que la educación de los chicos ha sido afectada. Seguramente vamos a empezar a ver chicos en tercer grado que no han aprendido como leer palabras y se supone que básicamente de primero a tercer grado los chicos están aprendiendo cómo leer.

¿Qué deberían cambiar los docentes para que mejore la lectoescritura?

Realmente el enfoque de la educación desde el aula tiene que cambiar. El enfoque de los programas es un enfoque de competencias para el siglo 21, pero la mayoría de los docentes no han logrado llevar al aula, por ejemplo, el programa de español que fue reformado desde el 2014. Lo que se requiere, y hay formas de hacerlo, y es lo que “Mi Cuento Fantástico” está enseñando que es posible, es movernos de una educación memorística donde el enfoque de la clase es el docente como el todo conocedor, a un enfoque del niño como un agente de su propia enseñanza.

Eso suena como muy aspiracional para las escuelas públicas, pero no lo es. Acabamos de cerrar “Mi Cuento Fantástico”, ésta es la décima edición y estamos con muchas ganas de ver lo que los chicos han escrito. Una sorpresa muy impactante en el 2020 fue ver que el ganador de la región de Térraba fue una chica de la escuela unidocente Las Nubes en San Martín de Piedras Blancas de Osa que es una escuela de ocho estudiantes. Fueron dos ganadores de esa escuela, uno gano a nivel nacional y otro a nivel regional. Naomi Sandí, la docente, simplemente trabaja de una forma diferente. Lo que ella hace es que fomenta la escritura, lee con los chicos, les ha leído las antologías (que se publican con las historias escritas por anteriores ganadores nacionales) para enseñarles que hay otros chicos que tienen mensajes muy poderosos y que pueden expresarlos.

Hay docentes como Naomi en una escuela en Térraba, que no tiene internet, donde no hay electricidad y tiene que llegar a pie en condiciones de las menos optimas y ha sembrado en sus estudiantes unas ganas de escribir sus propias historias y unas ganas de leer otras historias que escriben otros chicos en otras partes del país. Es una forma de cambiar la relación que tienen los estudiantes con la enseñanza y también los docentes, donde no hay una respuesta correcta y donde el énfasis no es recordar los nombres y las características más importantes de los personajes, sino opinar, por ejemplo, si estás de acuerdo con la decisión que tomó el personaje principal. Ahí estás cambiando totalmente el rol del docente que ya no es el todo conocedor sino un facilitador y el chico ve que sus opiniones importan, sus capacidades de pensamiento son abiertas y sin límite.

¿Qué tanto pesa el hecho de la falta de recursos para los docentes?

Si vemos las escuelas con más recursos en el país son las escuelas privadas, tienen docentes con mucha preparación y estos docentes tienen libros, planeamientos, excelentes materiales. El Octavo Estado de la Educación destacó que 98% de los docentes dicen haber leído el nuevo programa de español, pero la mitad dice que no ha sido relevante para lo que hace en el aula. Nuestra experiencia es que no es que son irrespetuosos, es que no han sabido como aterrizarlo. Cómo podemos pretender que, si ellos no han recibido esa formación, sepan tomar algo que es bastante abstracto y practicarlo. Lo que necesitan son textos y planeamientos.

En países como Chile, México, Colombia y Uruguay, durante la pandemia crearon bibliotecas virtuales, y esas son las cosas en que ADA contribuye con “Mi Cuento Fantástico”. Me parece que Costa Rica ha sido un país visionario, pero estamos rezagados por los tiempos. Estamos tratando de enseñar lectura sin libros y no importa si son libros digitales. No se aprende computación sin computadora, tampoco se aprende a leer sin tener textos.

¿Cuál es la reacción de los profesores cuando se les capacita?

En general nuestra experiencia ha sido que cuando los docentes son voluntarios entonces la gran mayoría están super entusiasmados. Se dan cuenta de que las estrategias para abordar la comprensión de lectura no son tan difíciles- Ven que cuando les dan oportunidad a los chicos de opinar de una forma enfocada, los chicos disfrutan mucho más del ejercicio y del tiempo en el aula, que cuando les están pidiendo recitar básicamente los personajes, las fechas, las características. La gran sorpresa para los docentes (cuando participan) es que jamás pensaron que los chicos tenían tanta creatividad, y jamás pensaron que iban a disfrutar del proceso de crear como lo hacen. Cuando aprender estas estrategias no les resulta tan difícil porque son muy prácticas.

Entonces hay esperanza, hay buenos docentes en el país y hay ganas, pero hay que fomentarla dando los recursos, dando las oportunidades, y reconociéndoles cuando están produciendo innovaciones que responden a las necesidades actuales.

También se deben priorizar temas. No tenemos diagnósticos en el país. Tenemos las pruebas Faro, que va a ser un diagnóstico para quinto año y está bien, pero no es suficiente. La OCDE indica que el país debería estar haciendo un diagnóstico en tercer grado porque es el punto de inflexión en la lectura, eso es algo fácil para una nueva administración. Creo que va a ser muy importante tener un diagnóstico de lectura que los docentes puedan aplicar a sus aulas, porque vamos a tener una mezcla de chicos que vienen sin saber nada de lectura y escritura en tercero y cuarto grado, y chicos que sí han podido avanzar en la casa. Esa mezcla para los docentes va a ser muy difícil de manejar. Hay que buscar como remediarlo para dotar de mayor atención a los chicos que vienen con mayor rezago y hay que dar los recursos y capacitar a los docentes y buscar iniciativas nacionales para fomentar la lectura y escritura.

Costa Rica que es un país donde uno se siente, que todo puede pasar, todas las mejores cosas pueden pasar. Hay una enorme solidaridad, hay una historia privilegiada en América Latina. Es un país pequeño, de altos índices en otras áreas, de las democracias más fuertes en América Latina y uno siente que aquí cualquier meta bien seguida se puede lograr.

Los contenidos publicados expresan la opinión del autor y autora, y no necesariamente la visión de la Fundación Konrad Adenauer.

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