Cynthia Briceño, periodista
21 marzo, 2024
  • Las elecciones municipales de febrero pasado pusieron de manifiesto una verdad histórica en Costa Rica: que este es hoy, ante todo, un país con partidos débiles y gente desconectada

Ningún partido, político o movimiento se puede considerar gran vencedor o gran perdedor de las elecciones municipales pasadas, en donde se eligieron los representantes de los 84 municipios que conforman el país, con la participación de 71 partidos políticos.

Fue,  en realidad,  un proceso poco revulsivo, donde las variables de cada elección respondieron a dinámicas locales más que nacionales y el abstencionismo creció en 5 puntos porcentuales, respecto de la elección anterior.

Fuente: Resultados provisionales, según Corte # 26 del Tribunal Supremo de Elecciones.

Fuente: Resultados provisionales, según Corte # 26 del Tribunal Supremo de Elecciones.

Dicho lo anterior, estas elecciones arrojan algunas conclusiones sobre el momento político que vive Costa Rica. Y acá resumimos cuatro.

  1. Hay una profunda erosión del sistema de partidos

En general,  los costarricense, preocupados por la inseguridad,  la delincuencia, la situación económica y el costo de vida, según las encuestas más recientes, optaron por opciones más cercanas a su día a día, a la dinámica cantonal y no nacional, lo que es evidente en la falta de apoyo a nacionales y tradicionales, y al crecimiento en votación de partidos locales.

“La falta de apoyo a los partidos tradicionalmente dominantes en las elecciones municipales ha abierto múltiples espacios para agrupaciones emergentes que aprovechan la oportunidad y se convierten en agrupaciones competitivas a nivel local”, concluye sobre el proceso, Ronald Alfaro, investigador del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica.

Y que la elección, como nunca antes, tuvo la participación de más de 70 partidos políticos, lo que la convirtió en un proceso por demás complejo.
En palabras de la magistrada Eugenia Zamora,  presidenta del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), en la noche de entrega de los resultados provisionales, “estas elecciones fueron las más desafiantes en la historia, debido al gran número de partidos políticos que competían y puestos de representación en juego”.

Otra particularidad del proceso es que por primera vez  se implementó la prohibición de reelección indefinida y la paridad horizontal en todos los puestos a elegir. En esta oportunidad compitieron 39 734 candidaturas a diferencia del 2020 que fueron 33 873 candidaturas.

En medio de esto, los resultados de la elección mostraron variantes en el apoyo electoral a los partidos tradicionales o los partidos en el poder.

En elecciones anteriores, el Partido de Liberación Nacional (PLN) y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) dominaron las oficinas municipales. En 2002, estos dos grupos controlaban 75 de las 81 alcaldías municipales (93%). En 2020, el PLN y el PUSC obtuvo 58 alcaldías, y en 2024,  se hicieron con 49 municipios, poco más de la mitad del total de las alcaldías en disputa.
En tanto el partido en el poder, Progreso Social Democrático no obtuvo ninguna alcaldía, lo que evidencia absoluta carestía de bases de apoyo territorial.

Además, a criterio del investigador,  los partidos cantonales mostraron durante la elección 2024  un proceso paulatino de expansión en dos direcciones: una territorial, abarcando más comunidades y territorios, y la otra, electoral, al alcanzar más alcaldías y escaños en cada elección.

  1. Partidos débiles y electores desconectados conducen a creciente abstencionismo en las urnas

La poca participación del electorado en procesos de elección cantonal – que se celebran separadas de las elecciones nacionales-,  es una de las constantes esperadas para estos comicios, y que,  en 2024, no fue una excepción.

68, 07 % fue el porcentaje de abstencionismo reportada por el TSE, o lo que es igual, solo un 31,93 % de los electores empadronados acudieron a la urnas.

De acuerdo con Alfaro, esto no puede verse como una novedad, más bien es una continuidad, pues la poca participación ha sido constante desde seis elecciones atrás.
Sumado a esto, el proceso de elección careció de elementos que pudieran hacer levantar el interés por los comicios y la gran cantidad de partidos en contienda,  lejos de mostrar una variedad de opciones,  lo que en realidad reflejó fue una gran  fragmentación y debilidad partidaria, que finalmente no logró convencer ni acercar masivamente al electorado a las urnas.

  1. Paridad horizontal y otros cambios transversales mostrarán resultados con el tiempo

Si bien las elecciones 2024 estuvieron marcadas por una serie de cambios en las reglas de elección, producto de una reforma legislativa al Código Municipal, los resultados esperados de ellas, se irán haciendo más visibles y fuertes con el tiempo.

La prohibición de la reelección indefinida hizo que, en esta ocasión, 44 alcaldes y alcaldesas quedaran fuera de competencia. Previo a esta reforma, la reelección era la regla.  Solo en 2020, 48 de 66 alcaldes y alcaldesas que buscaban la reelección lograron mantenerse en su cargo.
La elección de mujeres alcaldesas fue posible en 22 gobiernos locales. El número máximo había sido 12 en el 2016 y 8 en 2020. Sin embargo, las alcaldías regidas por mujeres, en 2024  representan  solo un 26% del total de cantones, lo que está muy lejos todavía de la paridad buscada.

  1. La democracia electoral costarricense es resiliente, aún en medios de riesgos políticos e informativos

En medio de la poca participación electoral, la dispersión y debilidad de los partidos, y la baja simpatía partidaria, las recientes elecciones se desarrollaron sin sobresaltos; lo que constata la resiliencia de la democracia electoral costarricense en medio de riesgos como ofensiva digital de desinformación, la inseguridad o la corrupción sistémica.

Es destacable especialmente, la solidez y profesionalismo del Tribunal Supremo de Elecciones, que llevó a cabo una de las elecciones más complejas y desafiantes en la historia del país.
Además, la búsqueda de innovación para los procesos, con la introducción del plan piloto de voto electrónico, mediante el mecanismo del Papeleta Única Electrónica. El mecanismo se aplicó en 499 juntas electorales, con muy buena aceptación de los electores.

 

* Los contenidos publicados expresan la opinión del autor y no necesariamente la visión de la Fundación Konrad Adenauer.

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