Silvia Castillo, periodista
21 noviembre, 2022
  • Ley fue aprobada en 2019 pero requirió tiempo para capacitar a sector privado y público, y pandemia provocó atrasos. 
  • Presidente ejecutivo del INA propone cambios en reglamentos para incentivar participación.

La firma de 100 convenios a finales de este año y principios del 2023, entre el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y empresas de todo el país, permitirá acelerar la implementación de la educación dual en Costa Rica.

Así lo afirmó el presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), Juan Alfaro, quien confía que de esta manera el modelo educativo pase, de ser una experiencia de pequeños grupos de estudiantes en empresas como Intel Costa Rica, Pozuelo y Florida Ice Farm & Co (FIFCO) -de las primeras en formar parte de este programa-, a ser escalable en todo el territorio por medio de las nueve direcciones regionales que tiene el Instituto. 

Además, pasarán de tres programas de educación dual a 12 el próximo año. Los tres con los que se ha trabajado hasta hoy son cocina avanzada, manufactura y puntos de venta que aún no se ha podido ejecutar.

La Ley de Educación y Formación Técnica Dual N° 9728 fue publicada en La Gaceta el 15 de octubre del 2019, y en los últimos tres años también se publicaron sus reglamentos, una reforma parcial y adiciones a la Ley Orgánica del INA, y varios decretos que crearon las comisiones requeridas para el funcionamiento de esta modalidad educativa que busca mejorar la empleabilidad en Costa Rica.

Desde la aprobación de la ley, personal del INA, de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP) y la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED), en conjunto con la Fundación Konrad Adenauer, desarrollan actividades para dar a conocer la formación profesional dual en el país. 

José Salas, asesor de Talento Humano de la Cámara de Industrias, explicó que desde el 2019 y hasta el 2021, mientras se aprobaba la normativa correspondiente, se dio un extenso proceso de capacitación ya que era necesario explicar y concientizar al sector empresarial sobre qué era y cómo funciona la formación o educación dual. 

También, detalló Salas, “se realizaron una serie de entrevistas a diversas organizaciones, entes gubernamentales, empresas, personalidades y actores sociales, que nos permitieron tener una visión de cuál debería ser la estrategia a seguir”.

Gracias a este trabajo, luego de dos años, se pudo establecer el primer ejercicio de formación dual con Intel Costa Rica y luego con Pozuelo. Actualmente, expresó Salas, hay cinco o seis empresas más haciendo fila para incorporarse.

Salas y el presidente ejecutivo del INA reconocen también que la pandemia de Covid-19 atrasó el proceso y trajo consigo algunas dificultades financieras al sector privado que han impedido una mayor rapidez en su implementación. 

El Ministerio de Educación Pública (MEP) por su lado logró este año y por primera vez, implementar este tipo de educación en los colegios técnicos profesionales costarricenses. Inició con 12 estudiantes de Electrónica Industrial del Colegio Técnico Profesional de Atenas, y ocho de Desarrollo Web, del Colegio Técnico Profesional de San Pedro de Barva.

Estos alumnos recibirán su formación dual en los centros educativos y en seis empresas: las multinacionales SMC Ltda., CooperVision y Abbott, de manufactura avanzada y dispositivos médicos; Accenture y Kaizen, de servicios y desarrollo en tecnología; y la cooperativa nacional Dos Pinos, de lácteos y alimentos.

Cerrar brechas entre formación y demandas del mercado laboral

La formación o educación dual es una modalidad de enseñanza y de aprendizaje que se lleva a cabo en dos lugares: la institución educativa y la empresa. De esta manera los estudiantes entran en contacto con el mundo laboral desde el inicio de su proceso formativo.

Esta modalidad educativa busca cerrar las brechas que existen hoy entre la formación que se imparte y las demandas del mercado laboral, y con ello mejorar la empleabilidad tanto de personas jóvenes como de adultos.

Actualmente tres de cada diez desempleados en Costa Rica no terminaron la educación secundaria, en las zonas rurales es muy difícil encontrar empleo en actividades de alto desempeño y 500.000 personas ganan menos del salario mínimo (vea “Gran reto de Costa Rica es la desigualdad en el bienestar”). 

Según el Estudio sobre el Mercado Laboral y las Políticas Sociales Costa Rica del 2017 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el aumento del desempleo en el país refleja en parte las pocas capacidades de la fuerza laboral para asumir las nuevas oportunidades de empleo que se están creando en los sectores de alto valor como lo son electrónica, dispositivos médicos, TI y servicios financieros.

Con la educación dual, los programas de formación se diseñan con base en las necesidades identificadas entre varias empresas del mismo sector productivo.

Las primeras experiencias en formación dual iniciaron antes de la aprobación de la ley y se realizaron con resultados exitosos en la Reserva Conchal y el Hotel Westin Golf Resort y Spa Playa Conchal y en el sector de mecánica pesada con empresas como MATRA, MPC y MECO. 

Incentivar el modelo y responder a las necesidades 

Para el presidente ejecutivo del INA, el principal logro de todo este proceso ha sido que el sector público y privado trabajaran de la mano. “Este proceso ha servido como una alianza público-privada”, dijo. 

El sector privado, agregó, “estuvo vinculado desde antes de que fuera ley, estuvo incentivando que llegáramos a esto y no se quedó nada más en ese apoyo inicial sino que continuó buscando articular con sus diferentes empresas o sectores de la economía, para que junto con el INA  pudiéramos lograr este proceso que no ha sido sencillo”.

Alfaro destacó el trabajo realizado con Intel, FIFCO y Pozuelo. “Es importante porque son grandes empresas que nos permiten demostrar que el INA está en capacidad de hacer alianzas, pero también hay que reconocer que han tenido la paciencia suficiente para entender que durante este proceso se iban a encontrar obstáculos. Estoy seguro que las próximas empresas van a encontrar un camino más llano gracias justamente a que estas otras empresas no se cansaron y siguieron trabajando junto con la institucionalidad para lograr que estos programas estén funcionando hoy”, destacó.

El INA lleva a cabo desde hace varios meses una serie de foros de educación dual, con la colaboración de la UCCAEP, en las diferentes regiones del país, donde explican el modelo y responden las dudas de los empresarios. “Estamos dando la mejor información posible para que las empresas vean que es un modelo exitoso que hay que aprovechar y potencial mucho”, expresó el presidente ejecutivo.

“El reto es seguir comunicando a nivel nacional y de forma escalable los beneficios que tiene el modelo de educación dual para las empresas. Que el país, los estudiantes y las personas que están interesadas entiendan que dentro de la lógica de la educación dual se obtienen una serie de habilidades que no se  adquieren estando únicamente en un aula o en un espacio de aprendizaje”, resaltó Alfaro.

También para el INA es beneficioso, agregó, ya que “los instructores están cerca de la industria viendo el día a día en las empresas, eso es un espacio de aprendizaje para ellos”.

Por su parte, José Salas de la Cámara de Industrias, explicó que han venido trabajando en identificar cuáles son las competencias y habilidades que necesita el mercado a mediano y largo plazo. Esa labor es complicada porque en el caso de las compañías trasnacionales porque la programación de sus necesidades de personal la realizan en el centro de operaciones que está fuera del país, en la casa matriz, y se hace con más de un año de anticipación. Con las empresas pequeñas y medianas en ocasiones se topan con que “prefieren no dar información porque creen que la podrá ver la competencia y eso les va a arruinar los planes, lo cual no es cierto porque toda la información que nosotros o el INA recaude es totalmente confidencial”. 

Sobre las habilidades necesarias en el mercado se está trabajando con los sectores de tecnologías de información, y ciencias de la vida.

Otro desafío, destacó, son las ventanillas únicas que se crearon para este programa de educación dual. La Cámara de Industrias creó la ventanilla única como un mecanismo para centralizar todos sus servicios en formación dual a sus empresas afiliadas y difundir el valor y el enfoque de este tipo de aprendizaje, coordinar las actividades con socios como el INA y con los estudiantes. Ahora, según Salas, lo que requieren es que el INA “aterrice el sistema de ventanilla única para poder coordinar no solo con Cámara de Industrias sino con diferentes cámaras empresariales”.

Modificaciones a la normativa

El presidente ejecutivo del INA impulsará en las próximas semanas una serie de modificaciones a la Ley de Educación y Formación Técnica Dual, cuyo fin es incentivar más su puesta en práctica.

Por ley, las grandes empresas deben aportar al Fondo de Becas administrado por el INA un monto de ₡120.000 mensuales por cada estudiante que reciban. Las pequeñas y medianas están exoneradas. 

Ante la difícil situación económica que provocó la pandemia de COVID-19, Alfaro busca que durante los dos primeros años las empresas grandes estén exoneradas del pago y que el tercer y cuarto año empiecen a pagar un porcentaje. Al quinto años ya pagarían el monto completo.

Mientras tanto buscarían que el INA financie el fondo de becas con el superávit que tiene y que no puede utilizar ahora por la regla fiscal. 

El funcionario también propone una reforma para que las empresas puedan vincular en los programas tanto a estudiantes del INA como a sus empleados.  Por ejemplo, existe el caso de la empresa Pozuelo la cual pidió hacerlo de esa manera. En la legislación nacional sobre educación dual se establece que los estudiantes tendrán una relación civil con la empresa, es decir, no son empleados ni reciben salario. Para permitir casos como el de Pozuelo se requiere entonces hacer una modificación que sólo afectaría a quienes tengan una relación laboral.

Otro cambio que se publicaría en las próximas semanas por decreto sería que en algunas áreas los mentores de los estudiantes no requieran tener el bachillerato. “A veces las empresas no tienen el personal con bachillerato y no los necesitan para llevar a cabo sus funciones, entonces se dificulta el poder designar una persona mentora”, explicó Alfaro.

Con respecto a la respuesta de los estudiantes, el asesor en talento humano de la Cámara de Industrias expresó que es muy positiva. “Ellos sienten que tienen dos grandes ventajas, una que es fundamental es que como hay alternancia entonces empezando la carrera ya ellos saben qué tienen que hacer, cuál es el ambiente de la empresa,  cuáles son sus deberes, cuáles son sus derechos, cuáles son sus expectativas si los llegan a contratar. Eso los estimula muchísimo, los estudiantes están super ´empatinados´ con el sistema. Tenemos varias entrevistas con estudiantes donde ellos dicen que el sistema les está cambiando la vida”.

Los contenidos publicados expresan la opinión del autor y autora, y no necesariamente la visión de la Fundación Konrad Adenauer.

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