Silvia Castillo, periodista
22 abril, 2022

Aunque su origen se remonta a 1970, un periodo en donde la protección del medio ambiente estaba en ciernes y aún no era prioridad en la agenda política, fue hasta hace 13 años, en el 2009, que la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra.

Hoy, cuando el mundo enfrenta la pandemia por el COVID-19 (relacionada por muchos expertos con la salud de nuestro ecosistema), experimentamos desastres climáticos debido al calentamiento global, los océanos se inundan de plásticos y cada año perdemos 10 millones de hectáreas de bosques, el pesimismo podría paralizarnos.

Sin embargo, científicos, miembros de la sociedad civil, trabajadores de organizaciones no gubernamentales y de organismos internacionales, políticos, representantes de gobiernos y expertos en todas las áreas, nos animan a no perder la esperanza y trabajar unidos por sacar adelante la tarea de salvar a nuestra Madre Tierra.

Una de las áreas en que la humanidad urge modificar sus hábitos de consumo es en el uso de los combustibles fósiles. El consumo de estos combustibles amenaza con llevar al planeta hacia un estado inhabitable, empeorando el cambio climático y afectando las vidas y el sustento de las personas en todo el mundo.

Pero ¿qué podemos hacer como habitantes del planeta y como Estados para ir, por ejemplo, disminuyendo el consumo de combustibles fósiles?

PolitiKAS en línea solicitó a tres expertos una lista de propuestas para un sistema efectivo de movilidad inteligente y sostenible. Colaboraron Andrea San Gil, fundadora del Centro para la Sostenibilidad Urbana (CPSU) y Silvia Rojas, directora ejecutiva, y Eric Orlich, presidente de la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove).

Estas son diez de sus propuestas.

1- Impulsar el diseño de espacios públicos que brinden prioridad de paso al peatón, a los medios de transporte no motorizados como las bicicletas y al transporte público. Revisar y flexibilizar la reglamentación de transporte público para poder integrar otros modelos de negocio y diversidad de vehículos para un sistema integrado, innovador e inteligente: por ejemplo, movilidad compartida, micromovilidad (incluyendo por ejemplo scooters), y otros que hoy en día se consideran transporte informal (incluyendo tuktuks en zonas turísticas y rurales o minibuses urbanas).

2- Requerimiento en contratos de concesión de que las empresas tengan sistemas de geolocalización, más conocidos como GPS, en las unidades, provean información en tiempo real sobre las rutas y buses y en formato GTFS para poder integrar en Google Maps.

3- Establecer un sistema de información y codificación de rutas y paradas de transporte público a nivel nacional. Rotular paradas y proveer de pizarras informativas con dicha información. Complementar con requisitos de estandarización de información a personas usuarias en páginas web de empresas (misma información, mismo formato, mínimos requeridos) o página web del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).

4- Establecer una posición o una oficina de Experiencia de Personas Usuarias dentro del Consejo de Transporte Público del MOPT que se encargue de identificar cuáles son las diferentes percepciones y necesidades de las personas usuarias del sistema de transporte en Costa Rica (por ejemplo, hombres, mujeres, personas urbanas vs rurales, población costera vs montaña, personas con discapacidad, personas usuarias de transporte público, ciclistas, personas peatonas, personas que conducen vehículos, motociclistas, etc). Ejemplo de Transport for London.

5 – Establecer alianzas con la academia, sector privado y Organización No Gubernamentales (ONG) para hacer investigación, levantar datos, hacer pilotos de intervenciones innovadoras alrededor del país con mayor flexibilidad y un uso eficiente de los recursos.

6- Revisar y reformar las políticas tarifarias para poder permitir modalidades como compra de tiquetes por adelantado, pases anuales, pases mensuales, tarjetas de estudiantes, etc. Aquí viene también el requerimiento de implementar pago electrónico en unidades de transporte público y una inversión en infraestructura que soporte ese pago electrónico (plataformas digitales, máquinas de tiquetes, estaciones, etc).

7- Reorganizar el MOPT para que tenga un enfoque de Movilidad y de sistema de movilidad integrado, repensar los Consejos (CONAVI, COSEVI, CTP) de manera que la gestión y planificación de la movilidad no esté desagregada. Por ejemplo, hoy en día el transporte público está en CTP, pero la movilidad activa está en el Consejo de Seguridad Vial (COSEVI), e infraestructura está en el Consejo Nacional de Viabilidad (CONAVI). Adicionalmente, avanzar en la creación de unidades de planificación regionales, empezando por una unidad o Autoridad de Transporte Metropolitano que planifique e implemente proyectos de transporte de la mano de las municipalidades.

8- Promover Planes de Movilidad Sostenible en las empresas con el fin de que se brinden incentivos a los trabajadores que utilicen el transporte público, medios no motorizados y el uso temporal de vehículo (car sharing) para llegar a sus destinos de trabajo.

9- Ejecutar una estrategia más agresiva para electrificar las flotas de buses. El bus eléctrico tiene un costo inicial más alto, pero los ahorros en la operación son mucho más bajos, más la cuantificación de los ahorros en salud por la disminución de contaminación atmosférica y sónica.

10- Establecer un marchamo o etiquetado ecológico para los vehículos particulares, por ejemplo, rojo para los de mayores emisiones, amarillo para los intermedios, y verde para los que son cero emisiones. El marchamo debe indicar las emisiones proyectadas de CO2/km según el modelo y tecnología que utilice. Esto ayudaría a que el comprador tome una decisión bien informada.

Según explican los expertos, ya varios países de Latinoamérica han realizado este tipo de iniciativas con resultados muy positivos. Por ejemplo, en Chile y Colombia han hecho una amplia sustitución de la flota de buses y taxis, lo que demuestra que esto es técnica y económicamente posible.

El Estado de la Nación es uno de los organismos que más ha insistido durante los últimos años en que es urgente para Costa Rica cambiar a fondo el sistema de transporte público y movilidad. PolitiKAS en línea publicó el pasado 27 de enero un reportaje sobre el tema.

Existen estudios en el país que demuestran el apoyo de la población para implementar varias de estas propuestas.
Una encuesta realizada en el 2017 por el Estado de la Nación permitió identificar que la población en Costa Rica está dispuesta a hacer cambios, a no usar su vehículo y a utilizar el tren o un autobús, siempre y cuando tenga alternativas. Justamente alternativas como las mencionadas por los expertos que participaron en este artículo.

Los contenidos publicados expresan la opinión del autor y autora, y no necesariamente la visión de la Fundación Konrad Adenauer.

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