En 2024 habrá elecciones en más de 75 países del mundo, naciones que concentran más del 40% de la población mundial.
Y aunque es cierto que los contextos de cada país son distintos y existen marcadas diferencias en algunos casos; también es cierto que hay temas comunes o problemas regionales y globales que afectan a más de uno.
Para analizar esto y otras particularidades de este año – con una alineación de estrellas electorales – PolítiKAS en línea invitó al abogado y politólogo costarricense Constantino Urcuyo Fournier, para analizar esta concurrencia electoral extraordinaria.
Junto a él, y otros invitados, pondremos en relevancia los procesos electorales presidenciales, estatales o municipales en América, donde aún estamos a la espera de elecciones en Estados Unidos, México, Panamá, República Dominicana, Venezuela, Brasil, Chile y Uruguay.
Las elecciones presidenciales en El Salvador se realizaron el 5 de febrero pasado, dando como resultado la controvertida reelección del presidente actual Nayib Bukele, que tomará el poder para un segundo mandado a partir del 1 de junio pese a la prohibición constitucional de reelección en ese país.
EE.UU: elecciones presidenciales
Aunque quedan varios meses para que los ciudadanos estadounidense voten por el candidato que presidirá a la primera potencia económica del mundo por los próximos cuatro años, la carrera hacia la Casa Blanca comenzó ya hace bastante, y mantiene estos días especial efervescencia.
El actual presidente Joe Biden y el exmandatario Donald Trump volverán a enfrentarse por la presidencia como lo hicieron hace cuatro años, esta vez en un contexto completamente distinto y con nuevas resistencias.
En el caso del líder demócrata, el apoyo incondicional a Israel, la guerra en Ucrania, la inflación, la inmigración y su estado de salud ponen en riesgo la reelección. Mientras que el magnate republicano, enfrenta varios procesos judiciales en su contra y el riesgo de una inhabilidad.
“Muchas cosas han cambiado EE.UU. y en el mundo, y eso hace de estas elecciones muy distintas, a lo interno, hay una profunda polarización en temas claves como economía, inmigración, aborto… y en lo externo, las guerras en Ucrania y Gaza, el quinto mandando de Putin, y las tensiones entre Estados Unidos y China, son temas que estarán presentes y permearán la elección”, asegura Urcuyo.
Su percepción, como lo demuestran a la fecha algunas encuestas, es que a todo esto se suma un marcado desinterés de los estadounidenses por las elecciones.
De acuerdo con la más reciente encuesta, trabajada en conjunto por ambos partidos, el encuestador demócrata Jeff Horwitt, de Hart Research Associates, dijo que “los estadounidenses no están de acuerdo en mucho estos días, pero nada une más al país que el deseo de dejar de prestar atención a estas elecciones“.
La encuesta muestra que la fecha, unos seis meses antes de las elecciones, que los dos candidatos están esencialmente empatados entre los votantes independientes (Biden 36 %, Trump 34 %) y entre aquellos con edades entre 18 y 34 años (Biden 44 %, Trump 43 %).
Democracia a prueba
La democracia de la primera potencia mundial ha pasado por momentos críticos en los últimos años. Después de la victoria de Biden sobre Trump hace cuatro años y el asalto al Capitolio en 2021 por parte de seguidores del republicano, el sistema democrático de Estados Unidos se ha puesto a prueba, como nunca antes.
Su sistema, basado en el voto indirecto, ha sido el pilar de la democracia estadounidense desde la fundación del país, pero también se ha convertido en un punto de constante debate, y actualmente en un tema relevante para esta elección, marcada por un contexto de pérdida de legitimidad de las instituciones democráticas donde: “pocos estadounidenses creen que las elecciones de 2024 serán honestas y abiertas”, afirman algunas encuestas.
“Conviene entender que en Estados Unidos, el sistema electoral puede producir un presidente que pierda el voto popular, pero gane el voto de los electores, como ocurrió en las elecciones presidenciales de 2016”, recuerda el analista.
Es decir, depende de una intrincada reglamentación que combina prácticas de elecciones directas e indirectas, muy distintas a la mayoría de los estados democráticos americanos.
En términos más o menos simples, el sistema electoral, o mejor dicho, la carrera electoral por la Casa Blanca se inicia con los caucus y las primarias (según las leyes y reglamentaciones de cada Estado) para elegir a los candidatos presidenciales; avanza con la designación del colegio electoral formado por 538 representantes de todos los estados y llamados compromisarios, quienes finalmente ejercerán el voto indirecto y harán ganador a un presidente y vicepresidente con 270 votos electorales.
Este año será, Estados Unidos celebrará su elección presidencial número 60, el 5 de noviembre de 2024 y el ganador será investido el 20 de enero de 2025.
“Gerontocracia”, migración y voto hispano
La migración es otro tema clave de campaña. La política de Biden ha continuado en varios aspectos un sistema de contención migratoria – quizás no con el discurso racista de Trump- pero en el fondo, con su misma línea de cerrar fronteras.
En este contexto, el presidente actual ha ampliados las restricciones a varios países de América Latina (México, Centroamérica, Colombia, Ecuador, Perú, entre otros) sumándolos a “La Declaración de los Ángeles”, firmada en 2022. Esto le complica la atracción del voto latino y su posible reelección con ese apoyo.
El voto latino es cada vez más relevante en las elecciones y suma a 34,5 millones de electores que podrán ejercer el sufragio en las elecciones de este año.
La edad de los candidatos también resuena entre la clase política y los electores como un elemento para el voto.
“La intención de poner un límite de edad para ejercer cargos electorales, no es un tema nuevo en Estados Unidos, donde desde hace varias campañas hay una crítica fuerte a la envejecida clase política estadounidense y con eso también van a tener que lidiar los candidatos”, señala Urcuyo. En el caso de Biden, tiene 80 años y Trump 77.
Trump y la justicia
En las últimas semanas, Donald Trump, que sigue alegando “fraude electoral” en las pasadas elecciones del 2020 y enfrenta cuatro juicios legales y 91 cargos criminales, acapara titulares y pronósticos respecto del giro que podría darse en las elecciones, a partir de si es declarado o no culpable.
En tanto, lo cierto es que La Constitución estadounidense no lo inhabilita para ser candidato. Trump enfrenta a la justicia por 34 cargos de falsificación de documentos corporativos, pagos a mujeres para silenciarlas, posible manejo inadecuado de documentación clasificada y por injerencia electoral en 2020, entre otros.
Su agenda de campaña, asegura el analistas, estará muy ocupada con visitas a la corte en Atlanta, Miami, Washington y Nueva York y sus gastos legales le costarán millones de dólares, mientras que la estrategia de sus abogados hasta ahora parece la más sencilla, pero extremadamente eficaz: ganar tiempo.
Con esta estrategia, Trump logró aplazar indefinidamente su juicio a nivel federal en Washington, y consiguió que la Corte Suprema examine si tiene la inmunidad penal que él reclama como expresidente.
Recuadro
El mundo en las urnas
La maratón electoral de 2024 se inició y estos procesos, indiscutiblemente, irán dando forma al panorama democrático o autocrático mundial.
Serán más de 75 procesos electorales, entre presidenciales, estatales, municipales y parlamentarias.
Algunas de ellas son consideradas meras escenificaciones de regímenes autocráticos, como las de Rusia, Bielorrusia, Ruanda e Irán, donde la oposición fue sofocada o no tiene posibilidades de participar en elecciones libres.
En Pakistán, Indonesia y Bangladesh, incluirán a cientos de millones de votantes. En el continente africano, el súper año de elecciones involucra a potencias como Sudáfrica y al país más pobre del mundo, Sudán del Sur.
En América Latina, los votantes elegirán a los nuevos gobiernos de El Salvador, México, Uruguay y Panamá y Brasil y Costa Rica en municipales.
En Europa, la atención se centrará tanto en la elección del Parlamento Europeo como en las elecciones nacionales en el Reino Unido, Bélgica, Austria, Croacia y Portugal, que elegirán nuevos gobiernos.
Taiwán
La primera elección decisiva en 2024 tuvo lugar en Asia, concretamente en Taiwán, dando como resultado la continuidad de su gobierno y haciendo presidente a Lai Ching-te, líder del Partido Progresista Democrático (PPD) y anterior vicepresidente de esta nación.
Taiwán, una democracia en crecimiento, que se halla entre China, que la considera una provincia rebelde e intenta reabsorber su territorio, y EE. UU., de quien la isla es aliada militar.
Rusia
Lo que el mundo entero entiende como una farsa electoral de Putin, sé concretó en marzo pasado, con la declaración de Vladimir Putin como absoluto ganador.
Nadie espero que fueran unas elecciones libres y justas , más aún en un momento en el que Rusia está librando una guerra de agresión contra Ucrania y la oposición al Kremlin sigue silenciada, encarcelada o en el exilio.
Putin, un exagente de la KGB de 71 años, que se mantiene en el poder desde el último día de 1999 y espera extender su mando hasta al menos 2030.
India
La mayor democracia del mundo, con 1.400 millones de habitantes y cerca de 900 millones de votantes, comenzó recién su proceso de elecciones, el 19 de abril, y en ellas están convocados casi 1.000 millones de electores (12% de la población mundial) quienes votarán durante seis semanas. Las elecciones generales se celebrarán en siete fases, y los resultados se esperan el próximo 4 de junio.
Esta será una prueba máxima para para la popularidad del primer ministro Narendra Modi, que aspira a un nuevo mandato. Su Partido Popular indio (BJP), conservador hindú, se mantiene en el poder desde 2014 gracias a una mezcla de expansión del estado de bienestar y un discurso ultradrechista, además del impulso geopolítico.
Bajo el mandato de Modi, India se ha convertido en la gran economía de más rápido crecimiento del mundo, lo que ha llevado a este país de a convertirse casi en una superpotencia. Pero la India también se ha polarizado cada vez más por motivos religiosos, y los críticos afirman que otro mandato de cinco años dará al derechista BJP de Modi un mandato para continuar con sus políticas, que han transformado el país de una república laica a una nación hindú.
México
Se prevé que México elija a una mujer para el más alto cargo del país. Andrés Manuel López Obrador no puede competir por un nuevo mandato, y se espera que su alto índice de aprobación se transfiera a la candidata oficialista Claudia Sheinbaum, del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Según sondeos recientes, la exalcalde de Ciudad de México, de 61 años, contaría con más del 45% de la intención de voto.
En segundo puesto, con casi 20 puntos menos, está la senadora de derecha Xóchitl Gálvez, de 60 años y de origen indígena, que representa a la coalición Frente Amplio por México.
Estados Unidos de América
La elección más esperada e impactante en 2024, en EE. UU., podría convertirse en una especia de segundo round entre Biden y Trump en medio de un mundo muy distintos y lleno de tensiones a lo externo, y un país polarizado y desencantado de los políticos a la interno.
Actualmente, los procesos judiciales en los que se encuentra envuelto el candidato Republicano ocupan los titulares de la elección de este país, a la espera de saber cuál será su desenlace.
Mientras, en las filas demócratas, la guerra en Gaza y Ucrania, complican las aspiraciones de Biden por ampliar su mandato 4 años más.
Unión Europea
Las elecciones europeas se celebrarán del 6 al 9 de junio de 2024 en los 27 países miembros de la Unión Europea (UE). Los votantes elegirán a sus representantes en el Parlamento Europeo (PE) por un nuevo periodo de cinco años.
El próximo Parlamento Europeo tendrá la intrincada tarea de debatir y regular el Pacto Verde Europeo, el plan de la UE para convertirse en el primer continente climáticamente neutro para 2050.
Estos comicios, gigantescos en cuanto al número de votantes, tienden a tener baja participación: en 2019, esta superó ligeramente el 50%.
Se observará con atención si los populistas de derecha o de ultraderecha ganarán más espacio en el PE, como sucedió hace poco en parlamentarias nacionales, especialmente en los Países Bajos.
Fuente: Información elaborada con base en DW, El País y BBC.
** Los contenidos publicados expresan la opinión del autor y autora, o sus entrevistados y no necesariamente la visión de la Fundación Konrad Adenauer.
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