Por Mónica Segnini, presidenta del Consejo de Promoción de la Competitividad
9 mayo, 2023

Como centro de pensamiento en acción, desde el CPC hemos plasmado nuestra visión del tema de competitividad país en el Índice de Competitividad Nacional (ICN).

En el Consejo de Promoción de la Competitividad (CPC) entendemos la competitividad como el conjunto de instituciones, políticas y factores que crean las condiciones para que los distintos actores económicos, puedan desarrollar su potencial, mediante un ambiente propicio para generar inversiones y emprender proyectos que potencien la economía de la región, mejoren la calidad de vida de sus habitantes, su productividad y la sostenibilidad.

En el CPC estamos convencidos de que la única forma de lograr mejores y sostenibles niveles de competitividad es a través del compromiso público y privado con la innovación y la educación. Para ello es fundamental contar con métricas que permitan medir los avances e identificar los desafíos.

El ICN tiene seis pilares: fortaleza de sus instituciones, la calidad de su infraestructura de transporte, el acceso a las tecnologías de información y comunicación, una población saludable y educada, y mercados dinámicos y competitivos.

Para analizar estos pilares, para los 82 cantones, se utilizan 123 indicadores. En la segunda edición del ICN, publicada en noviembre anterior, identificamos las áreas puntuales, que deben ser atendidas con sentido de urgencia y de ahí surgen nuestras recomendaciones al Poder Ejecutivo, a la Asamblea Legislativa y a los Gobiernos Locales:

  1. Las municipalidades deben mejorar la rendición de cuentas hacia la ciudadanía e invertir más en servicios comunitarios.

Según el ICN, la tercera parte de las municipalidades obtuvieron puntuaciones bajas en la dimensión de transparencia, evidenciando inadecuados mecanismos de rendición de cuentas y legitimidad hacia la ciudadanía.

Por otra parte, el 60% de los municipios obtuvo bajos resultados en la dimensión de administración presupuestaria, indicando que los recursos presupuestarios son poco invertidos en servicios comunitarios y obras de capital con impacto territorial. En particular, la inversión per cápita en servicios comunitarios es cinco veces menor para los cantones con un nivel de desempeño deficiente que para los cantones con desempeño excepcional. 

  1. Reforzar la inversión en infraestructura y conectividad, en especial, en los cantones de bajo desempeño. Según el ICN el 78% de la superficie de ruedo se encuentra en buen estado en los cantones con alto desempeño, pero apenas llega al 50% para los cantones con un desempeño deficiente. 

La inversión en el servicio de mantenimiento de caminos y calles, así como del servicio de seguridad vial es menor en los cantones con bajo desempeño, por lo que el incremento en este tipo de inversión podría generar réditos positivos para los cantones en materia de competitividad.

Respecto a la conectividad a internet, la proporción de suscripciones de banda ancha fija respecto a viviendas en los cantones con alto desempeño es de poco más de 100%, pero es de menos del 50% para los cantones con desempeño emergente y limitado, e incluso menor al 20% para los cantones con desempeño deficiente, lo cual se encuentra estrechamente vinculado a una mayor presencia de operadoras que ofrecen estos servicios, particularmente en zonas urbanas y de la región central.

Todo lo anterior tiene un impacto directo en la adopción de las tecnologías de información y comunicación en la población residente en Costa Rica. 

El porcentaje de hogares que accede a servicios de internet y a dispositivos de acceso (como computadoras) es extremadamente bajo en los cantones con desempeño deficiente y limitado, y mientras que el 77% de los estudiantes que residen en los cantones con alto desempeño cuentan con acceso a internet desde sus hogares.  El dato baja al 22% para los estudiantes de los cantones con niveles deficientes de desempeño competitivo.

La conectividad es una condición habilitante para la competitividad regional, según lo demostró el segundo Informe de Competitividad Nacional, por lo que cumplir con las metas establecidas en el Plan Nacional de Desarrollo 2023-2026 en cuanto a alcanzar el acceso universal a internet, debe ser una prioridad del Estado costarricense.

  1. En educación, es necesario aumentar la cobertura (y pertinencia) de asignaturas esenciales en el currículo escolar. Esta es una tarea que debe continuar, ya que los esfuerzos en esta línea vienen ejecutándose desde hace varios años, pero continúan sin alcanzar una cobertura universal. Mejorar el perfil de salida en competencias lingüísticas y digitales de la población es uno de los principales retos que plantea la cuarta revolución industrial.

Según muestra el Índice de Competitividad Nacional, los cantones con menores desempeños competitivos tienen las tasas de cobertura más bajas de las asignaturas de inglés y de informática educativa, dos áreas esenciales en la nueva economía 4.0 y que disminuyen las probabilidades futuras de éxito para aquellos jóvenes que no consigan los niveles mínimos de competencia en estas áreas.

Esto tendrá réditos en el futuro, cuando las habilidades y competencias de los actuales estudiantes estén disponibles en el mercado laboral. Sin embargo, para la fuerza laboral actual también existen retos importantes en el ámbito educativo.

El bajo nivel educativo de la población adulta es un indicador que evidencia bajos niveles de competencias y habilidades. El elevado porcentaje de personas adultas que no concluyeron la educación secundaria muestra una alta correlación con la competitividad, y en donde apenas poco más de 50% de los adultos concluyeron ese nivel educativo en los cantones con alto desempeño competitivo, pero la situación es aún más grave para los cantones con niveles de desempeño deficiente y limitado (30% y 35%, respectivamente).

  1. En el sector eléctrico, una reducción de costos de las tarifas sería beneficiosa, especialmente, para los cantones más rezagados.

Según muestra el ICN, los cantones menos competitivos presentan la característica de que, en sus territorios, la media de la tarifa del servicio eléctrico es más alta, lo que les impone una desventaja competitiva. Existe una relación negativa entre competitividad y costo de tarifa eléctrica, por lo que una reducción de costos para la operación de empresas vía tarifas eléctricas podría tener un efecto significativo en el aumento del dinamismo comercial y constructivo de los cantones, lo cual debiera ser acompañado de otras políticas de impulso a las economías locales y regionales para mejorar la dinámica empresarial dentro de los territorios.

Contar con herramientas que logren identificar los rezagos y las oportunidades de mejora para promover una Costa Rica con más opciones, mejor educación y, en consecuencia, menor pobreza y desigualdad es fundamental, y de ahí el compromiso del CPC por el bienestar y el desarrollo del país.

Los contenidos publicados expresan la opinión del autor y autora, y no necesariamente la visión de la Fundación Konrad Adenauer.

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