Innovación
13 noviembre, 2024
Cynthia Briceño, periodista
Inicio > Representación y Participación > Costa Rica debe hacer esfuerzo conjunto para nivelar académicamente a los estudiantes
• Consultora sugiere dejar a docentes más de un año con el mismo grupo, que estudiantes universitarios de educación ayuden a maestros y reforzar la lectura.
El Plan Integral de Nivelación Académica, presentado por el Ministerio de Educación Pública (MEP) a principios de enero y que pretende solventar los vacíos académicos de los estudiantes generados por interrupciones en el curso lectivo producto de las huelgas y la pandemia de COVID-19, es un buen paso, pero debe complementarse con otras iniciativas y esfuerzos conjuntos.
Marlene Steuber Marichel, consultora educativa, y quien fue maestra de preescolar, de primero y segundo grado, ha venido levantando su voz desde hace varios años y escribiendo artículos en varios medios de comunicación, manifestando su preocupación por los efectos que el cierre de los centros educativos estaba teniendo en los niños y jóvenes.
“Muchos de los que estamos en este campo sabíamos que (las decisiones de cerrar) no eran las más acertadas, pero ya las cosas pasaron y ahora creo que debemos cooperar todos y hacer un esfuerzo conjunto para nivelar a estos chicos y chicas”, afirmó.
Decepcionada y cansada de ver cómo todos los actores se “tiran la bola” (la Superintendencia de Telecomunicaciones, Sutel, el Fondo Nacional de Telecomunicaciones, Fonatel, el MEP, entre otros) cuando se destaca la urgente necesidad de conectividad y de equipo para los estudiantes de centros educativos públicos, la educadora cree que lo que se ha hecho hasta ahora no ha tenido resultados.
“Es sumamente frustrante porque los que están sufriendo son los estudiantes, uno dice cómo puede ser que pasaron dos años y no hubo por dónde encontrar una solución para que esto se moviera”, destacó.
Desde su experiencia como docente y como consultora educativa, Steuber sugiere entre otras cosas, dejar a los docentes más de un año con el mismo grupo de alumnos, que los estudiantes de las carreras de educación ayuden a los maestros y reforzar la lectura. Estas decisiones, agregó, tendrían un costo muy bajo para el Estado.
PolítiKAS en línea entrevistó a Steuber el pasado 7 de junio y éste es un resumen de la conversación.
¿Cómo podría el MEP cerrar la brecha de formación generada por las huelgas y la pandemia?
Creo que es un tema que a muchos nos ha tenido bastante preocupados. Ir a la escuela no es solo ir a aprender. Además del desarrollo cognitivo, hay desarrollo social, desarrollo emocional, una serie de factores integrales que son imprescindibles en el desarrollo de un niño. A donde empezamos a ver que las escuelas estaban cerradas y que iba para largo, algunos empezamos a alzar la voz porque veíamos los efectos tan importantes que iban a tener estos cierres. Ahora está saliendo a la luz que no fue la mejor decisión. La mayoría de los niños no estaban expuestos a niveles altos de mortalidad o consecuencias serias por el virus. La semana pasada leí un estudio de Harvard donde se dice que el cierre de los centros educativos no fue lo más adecuado. Pero, ya las decisiones que se tomaron se tomaron y las cosas que pasaron, pasaron, y ahora hay que ver cómo de aquí en adelante cooperamos todos, porque realmente siento que va a ser un esfuerzo conjunto para ver cómo nivelamos a estos chicos y chicas.
La propuesta del MEP es el plan integral de nivelación académica. Tiene sus cosas buenas y ha recibido sus críticas y me parece que se podría mejorar y complementar de muchas maneras. La primera es incorporar estudiantes de educación como personal de apoyo en las aulas. Esto no tendría un costo elevado y marcaría una diferencia importantísima. Yo fui docente y le puedo decir que tener a una persona más en el aula marca la diferencia. Si uno tiene a alguien asistiéndolo se puede encargar de alistar material, de algún chiquito necesita una ayuda específica o se le puede dar instrucciones para que les de refuerzo a grupos pequeños que lo estén necesitando. Ellos han vuelto después de dos años de estar fuera y vienen con muchísimos desniveles porque algunos tuvieron conectividad y otros no, entonces vamos a ver muchas más diferencias ahora que volvieron. A mí me gustaría que fueran estudiantes de educación, pero se podría pensar en docentes pensionados, voluntarios, o en padre de familia.
Otra cosa que creo que podríamos hacer es reforzar la lectura. Comprimir currículo que se ha perdido es un trabajo sumamente complicado. Yo le apostaría a la lectura, un chiquito que lee y que tiene sus habilidades de lectura fuertes es un niño que se va a poder defender en la materia que sea y que va a poder avanzar. El 85% del contenido que se trata en las escuelas después de tercer grado es a través de lectura, entonces un niño que venga con dificultades para leer cuando le presenten todo lo que tiene que aprender a través de la lectura va a ser muy difícil que se pueda poner al día. Si podemos recuperar, nivelarlos en lo que es lectura por lo menos vamos a tener eso ganado. Estamos en un momento de crisis en que tenemos que concentrar esfuerzos en lo que creemos que va a crear impacto.
Hay estrategias también que se ha comprobado que son útiles. Dejar al docente con su grupo por más de un año, se han visto los beneficios de dejarlos en promedio dos años, especialmente cuando hay eventos traumáticos o eventos que se han salido de las manos. El motivo de esto es que cuando cambiamos de docente a principio de año hay un tiempo de ajuste, hay reglas diferentes, hay personalidades a las que tenemos que ajustarnos, y los alumnos lo que necesitan ahora es estabilidad. Eso nos va a ayudar en el proceso de nivelar el aprendizaje.
Otra cosa que se puede hacer que no tenga ningún costo en las escuelas es trabajar con grupos de alumnos mayores que nos asistan en la enseñanza de los alumnos menores. A los alumnos mayores les enseña valores, empatía, paciencia, y crea ese sentido de comunidad, algo que necesitamos ahora en las escuelas y en nuestra sociedad, pensar que estamos todos remando juntos para salir de esto de la mejor manera.
Necesitamos diagnósticos. Yo necesito saber a dónde están mis alumnos, qué conocimientos tienen, qué apoyo necesitan. Pueden ser diagnósticos informales a nivel de clase, pero que los profesores sepan a dónde están sus alumnos porque van a estar en niveles diferentes. Esto está más que fundamentado con la teoría de Lev Vygotski que nos explica que cada alumno tiene su zona de desarrollo próximo y si yo le explico algo que es sumamente fácil para él, va a perder interés y no aprende, si yo le explico algo que está muy por encima de su nivel, tampoco lo va a captar. Ya teniendo esa información, haciendo grupo pequeños, está demostrado que las tutorías intensivas son sumamente efectivas, ayudan a recuperar y a nivelar el aprendizaje. Ojalá que podamos, en la medida posible, ampliar un poco el tiempo de instrucción que reciben los alumnos.
–¿La Red Educativa del Bicentenario debería ser declarada Emergencia Nacional para acelerar su implementación?
La Red Educativa del Bicentenario es un tema importantísimo, es una necesidad que tenemos que ver cómo se logra de una manera u otra. Que se declare emergencia nacional me encantaría porque le daría la relevancia y la importancia que debe tener, pero creo que la respuesta va más allá. Primero hay que entender que lo que hemos estado haciendo y se ha propuesto no nos ha traído resultados. Estamos cansados de ver que Sutel, Fonatel, la Fundación Omar Dengo, y el MEP se tiran la bola y no veamos resultados. Es sumamente frustrante porque los que están sufriendo son los estudiantes. Hay unos que tuvieron educación virtual, pero otros no tuvieron educación porque no tenían ninguna conexión más que tal vez unos minutos en el celular para ver cómo hacían para bajar las guías, pero bueno, sabemos que lo que estamos haciendo no funciona. Tenemos que buscar otras soluciones y empezar a verlo no solo como algo de infraestructura, Internet y computadoras, sino como un proyecto social. Tenemos que tener la información, quién tiene acceso a Internet, cuántas pantallas tienen, porque si no sabemos a dónde estamos parados, no sabemos qué ayuda es la que tenemos que dar.
Tenemos que empezar a identificar en las escuelas a aquellos líderes tecnológicos que siempre existen. Es la persona a la que uno siempre le dice ayúdame a hacer esto, no sé cómo se hace. Hay que identificarlas para que ayuden a enseñarles a los estudiantes y profesores a usar ese equipo, hay que darles las herramientas para que los puedan usar para que sea una herramienta que llegue a complementar el aprendizaje. Ver como arrancamos planes piloto en diferentes zonas y si funciona replicarlo como modelo.
En Estados Unidos, en Oakland, California, cuando llego la pandemia tenían el problema de que había alumnos sin conexión y lograron conectar al 98% de la población. Tienen un hashtag que se llama @oaklandundivided porque ellos hablaban de la “división digital” y cómo barrios tenían internet y acceso a la educación y otros que estaban a la par no tenían. Se dieron a la tarea de identificar cuáles eran las necesidades, qué familia ocupaba qué y segundo crearon alianzas estratégicas entre el sector púbico y el sector privado, para brindar internet sin costo a áreas marginadas.
¿Qué más se debe hacer, además del examen de idoneidad de docentes, para mejorar la capacidad de maestros y maestras?
El examen de idoneidad me parece un buen primer paso, que se está tratando de hacer algo por normar, por ver cómo estar seguros de que las personas que están estudiando esta carrera sean las más adecuadas y que tengan las características que se necesiten.
Me parece que también es importante la capacitación continua de los docentes y volviendo a la importancia de la conectividad, tenemos que seguir en esa capacitación constante del personal.
En la docencia siempre existe ese profesor que uno admira. A veces queremos traer al especialista de afuera, internacional, y puede ser maravilloso, pero a veces los tenemos a la par y se desaprovecha ese recurso tan grande que estoy segura de que tenemos en muchas escuelas.
Me gustaría ver más la identificación de líderes que asuman ese rol, algo tan sencillo como observar, qué está haciendo este compañero que le funciona tan bien, que se den espacios de colaboración, de aprendizaje, porque a veces solo vemos las cosas malas, pero hay cosas maravillosas pasando en las escuelas, lo importante es rescatarlas, multiplicarlas y compartirlas.
Otra cosa importante es la evaluación docente a la que le tenemos que perder el miedo y estar abiertos a esa retroalimentación. Las personas que nos pueden ayudar a ser mejores son con las que trabajamos todos los días. Quitar ese estigma de que la evaluación es algo malo que nos va a perjudicar. Más bien es algo positivo que nos va a ayudar a ser mejores.
Los contenidos publicados expresan la opinión del autor y autora, y no necesariamente la visión de la Fundación Konrad Adenauer.
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